Todo el mundo conoce el
mito de “Adán y Eva” y siempre se habla de la mitología griega, la romana, la nórdica,…
pero pocos conocen la mitología africana y por ello os voy a hablar de ella ya
que el hecho de ser poco conocida la hace, en mi opinión, más interesante.
En África existen poblados
y tribus que llevan viviendo de la misma forma desde hace miles de años,
poblados que aún creen en los mitos y la magia. ¿Cómo explican estos pueblos la
creación del ser humano? Existen numerosos mitos que expliquen esto, pero yo
voy a hablar del más extendido y conocido del continente africano.
El mito nos habla de
Mulukú, un ser superior, un dios, el cual creó el mundo y todo lo que contiene.
Mulukú decidió crear una especie que pudiera disfrutar y cuidar del mundo que había
creado y para ello excavó dos hoyos en el suelo: de uno salió el hombre y, del
otro, la mujer, pero aun estaban incompletos ya que carecían del conocimiento y
la sabiduría necesarios para sobrevivir sin la ayuda divina. Debido al amor que
les tenía Mulukú y debido a que este dios era considerado además como el dios
de la agricultura, les enseñó el arte de sembrar y cultivar para que los
humanos pudieran ser independientes y alimentarse por sí solos. Les proporcionó,
además, todas las herramientas necesarias y les dio semillas para que las
plantasen y, por último, les dejó para que viviesen sus vidas. Pero no pasó
mucho tiempo hasta que los humanos dejaron de seguir los consejos de Mulukú y
abandonaron las tierras que él les había dado. El dios, ofendido y enfadado, depositó
toda su confianza en los monos y les dio todo lo que les había dado a los
humanos. Al ver que los monos lo utilizaban correctamente, les arrancó la cola
y se la puso a los humanos y entonces les dijo a los monos: “sed humanos”, y a
los humanos: “sed monos”.
Lo que más me ha
sorprendido de este mito ha sido que, a diferencia de otros, trata a la mujer y
al hombre como iguales: ambos han sido creados de la misma forma y ambos tienen
los mismos defectos y cualidades. Además, tampoco habla de los animales como
seres inferiores. A los animales Mulukú no les tenía tanto cariño como a los
seres humanos pero, al final, acaba depositando en ellos su confianza ya que se
da cuenta de que no tienen los defectos que tienen los humanos. Y es por esto
por lo que, en mi opinión, la mitología africana tiene un encanto especial que
la diferencia del resto.
Bibliografía: