En las sociedades actuales, las personas tendemos a vernos como algo
separado del cosmos: para nosotros, el universo es algo inanimado y nosotros
somos algo independiente, separado de él. Sin embargo, la astrología ubica al
ser humano como parte integrante del cosmos, sostiene que existe una relación entre los fenómenos
astronómicos y nuestra vida.
“Las personas quieren desgajarse del cosmos hasta sentirse autómatas y
dejar al cosmos como algo externo e inanimado, pero esto no es cierto. Nosotros
somos cosmos en forma humana, somos el modo en el que el cosmos se hace
consciente de sí mismo” – Richard Tarnas
Muchas culturas creyeron en
la importancia de la astrología, y algunas como los indios, los chinos y los mayas desarrollaron diferentes sistemas para predecir los acontecimientos terrestres
basándose en las observaciones celestiales. Sin embargo, al final del
siglo XVII, con el surgimiento de la nueva física y la astronomía, comenzó
a cuestionarse la astrología y esta empezó a perder credibilidad. No obstante, aún
en la actualidad existen personas que creen en ella.
Una de estas personas es Richard
Theodore Tarnas, historiador cultural y profesor de filosofía y psicología en el California Institute of Integral Studies de San Francisco. Una de sus obras más
importantes es “Cosmos and Psyche” (Cosmos y Psique) publicada en el año 2006, en
la que Tarnas nos presenta una nueva visión de la realidad, del ser humano y de
su lugar en el universo.
"Sólo propongo una
manera distinta de ver las cosas que nos permita reconciliarnos con la
naturaleza."
En “Cosmos y psique” lo que Tarnas defiende es que todo está
relacionado y que hay una íntima conexión entre lo microscópico y lo
macroscópico, “entre las cosas de las criaturas humanas y la marcha de los
planetas”, es decir, entre los movimientos planetarios y la historia de la
humanidad: los descubrimientos, las nuevas formas de pensar y, en general,
todos los grandes acontecimientos históricos y culturales.
“Los planetas estaban colocados
de la misma manera el día en que Jimi Hendrix arrasó ante las multitudes con su
forma heterodoxa de tocar la guitarra y el día en que Viena se rindió a los
pies de Beethoven por la hondura de sus conciertos de piano.”
En esta obra, Richard
Tarnas nos habla de la importancia de Urano, Neptuno y Plutón. Nos dice que su
movimiento y su posición son tan importantes que influyen de una manera asombrosa
en la cultura y en la forma de pensar de una sociedad. Estos planetas son
llamados en la astrología con el nombre de “Dioses del Cambio” debido a su
influencia en la vida de las personas y las sociedades. Según Tarnas, las
alineaciones entre estos planetas coinciden siempre con revoluciones de
conciencia y por ello, según él, se produjo, por ejemplo, la “era axial”:
“A los siglos VI y V a.C.
se les llama así por la formidable eclosión que vivió la humanidad: Sócrates,
Buda, Confucio, Pitágoras, Lao Tse, Zoroastro, jainismo, los profetas hebreos…
En esta época Urano, Neptuno y Plutón se encontraban alineados de modo casi
perfecto. He observado que las alineaciones entre dos de estos tres planetas se
corresponden siempre con revoluciones de conciencia. Los tres a la vez…”
La verdad es que yo nunca
había creído en la astrología. Siempre pensé que era un engaño utilizado simplemente para ganar dinero. Sin embargo, hay aspectos de la
astrología que he descubierto y que me parecen impresionantes: desde los
grandes avances de los mayas hasta los descubrimientos de la investigación de
Richard Tarnas. Aún no se si las afirmaciones de estas personas y culturas son
ciertas y fiables, pero debo admitir que algunos de sus aspectos me parecen
increíbles.
“Un ser humano es una parte
de la totalidad que llamamos Universo, una parte limitada en el tiempo y en el
espacio. Sin embargo, se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sus
sentimientos, como algo separado del resto; una forma de ilusión óptica de la conciencia.
La ilusión es una forma de prisión que limita nuestros deseos personales y
nuestra preocupación por unas pocas personas que están cerca de nosotros. Nuestra
tarea debe ser liberarnos de esa prisión, extendiendo nuestro círculo de
compasión hasta abrazar la totalidad de las criaturas vivientes y la totalidad
de la naturaleza en la plenitud de su belleza.” –Albert Einstein
Bibliografía:
La entrada está bien documentada aunque era más oportuna para el mes de Septiembre, cuando los planetas y las estrellas estaban correctamente alineados ;)
ResponderEliminarSaludos