miércoles, 30 de diciembre de 2015

"El show de Truman"

“The Truman show” (titulada “El show de Truman” en España)  es una película estadounidense estrenada en 1998.

Esta película nos cuenta la historia de Truman, un hombre que, sin saberlo, fue desde el momento en que nació protagonista de un programa de televisión emitido las 24 horas del día. Truman estuvo toda su vida rodeado de miles de cámaras ocultas y de actores que fingían ser sus amigos y familiares, los cuales eran dirigidos por Christof, el director del programa y la persona responsable de controlar la vida del protagonista. Un día, una actriz llamada Silvia decide contarle a Truman la verdad y, gracias a ello, éste empieza a fijarse en diversos detalles extraños y repetitivos de su vida diaria y se da cuenta de lo que ocurre.



Esta historia podría relacionarse con dos ideas filosóficas:

  1. En primer lugar, podríamos relacionar la vida de Truman con la “Alegoría de la caverna” (también conocida como el “Mito de la caverna”) de Platón. En esta alegoría se nos describe una caverna en la cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente, una hoguera. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. Estos hombres encadenados se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas. En este caso, Truman sería uno de los hombres encadenados de la caverna, engañado toda su vida y obligado a creer lo que los demás quieren que crea, sin posibilidad de conocer la verdad.
“Aceptamos la realidad del mundo que nos presentan.”- Christof, "El show de Truman"


  1. Esta historia también podría relacionarse con la “Hipótesis del genio maligno” de Descartes. Descartes sugiere que tal vez hemos sido creados por un Dios (quien en el caso de la película sería Christof, el director del programa) que ha dispuesto nuestra naturaleza de tal modo que creemos estar en la verdad cuando realmente estamos en el error y, por lo tanto, hasta las afirmaciones que parecen tan ciertas, claras y evidentes pueden ser una mentira.


En mi opinión, esta es una muy buena película que no solo entretiene al espectador, sino que también le hace pensar y le hace replantearse toda su vida, pensar en cómo, en ocasiones, nos manipulan, en lo que algunas personas son capaces de hacer con tal de obtener algún beneficio, en lo que pasaría si toda nuestra vida fuera un engaño, etc. 


 Bibliografía:

lunes, 7 de diciembre de 2015

El hombre y el cosmos

En las sociedades actuales, las personas tendemos a vernos como algo separado del cosmos: para nosotros, el universo es algo inanimado y nosotros somos algo independiente, separado de él. Sin embargo, la astrología ubica al ser humano como parte integrante del cosmos, sostiene que existe una relación entre los fenómenos astronómicos y nuestra vida.

“Las personas quieren desgajarse del cosmos hasta sentirse autómatas y dejar al cosmos como algo externo e inanimado, pero esto no es cierto. Nosotros somos cosmos en forma humana, somos el modo en el que el cosmos se hace consciente de sí mismo” – Richard Tarnas

Muchas culturas creyeron en la importancia de la astrología, y algunas como los indios, los chinos y los mayas desarrollaron diferentes sistemas para predecir los acontecimientos terrestres basándose en las observaciones celestiales. Sin embargo, al final del siglo XVII, con el surgimiento de la nueva física y la astronomía, comenzó a cuestionarse la astrología y esta empezó a perder credibilidad. No obstante, aún en la actualidad existen personas que creen en ella.

                                     
Una de estas personas es Richard Theodore Tarnas, historiador cultural y profesor de filosofía y psicología en el California Institute of Integral Studies de San Francisco. Una de sus obras más importantes es “Cosmos and Psyche” (Cosmos y Psique) publicada en el año 2006, en la que Tarnas nos presenta una nueva visión de la realidad, del ser humano y de su lugar en el universo.

"Sólo propongo una manera distinta de ver las cosas que nos permita reconciliarnos con la naturaleza."

En “Cosmos y psique lo que Tarnas defiende es que todo está relacionado y que hay una íntima conexión entre lo microscópico y lo macroscópico, “entre las cosas de las criaturas humanas y la marcha de los planetas”, es decir, entre los movimientos planetarios y la historia de la humanidad: los descubrimientos, las nuevas formas de pensar y, en general, todos los grandes acontecimientos históricos y culturales.

“Los planetas estaban colocados de la misma manera el día en que Jimi Hendrix arrasó ante las multitudes con su forma heterodoxa de tocar la guitarra y el día en que Viena se rindió a los pies de Beethoven por la hondura de sus conciertos de piano.”

En esta obra, Richard Tarnas nos habla de la importancia de Urano, Neptuno y Plutón. Nos dice que su movimiento y su posición son tan importantes que influyen de una manera asombrosa en la cultura y en la forma de pensar de una sociedad. Estos planetas son llamados en la astrología con el nombre de “Dioses del Cambio” debido a su influencia en la vida de las personas y las sociedades. Según Tarnas, las alineaciones entre estos planetas coinciden siempre con revoluciones de conciencia y por ello, según él, se produjo, por ejemplo, la “era axial”:

“A los siglos VI y V a.C. se les llama así por la formidable eclosión que vivió la humanidad: Sócrates, Buda, Confucio, Pitágoras, Lao Tse, Zoroastro, jainismo, los profetas hebreos… En esta época Urano, Neptuno y Plutón se encontraban alineados de modo casi perfecto. He observado que las alineaciones entre dos de estos tres planetas se corresponden siempre con revoluciones de conciencia. Los tres a la vez…”


La verdad es que yo nunca había creído en la astrología. Siempre pensé que era un engaño utilizado simplemente para ganar dinero. Sin embargo, hay aspectos de la astrología que he descubierto y que me parecen impresionantes: desde los grandes avances de los mayas hasta los descubrimientos de la investigación de Richard Tarnas. Aún no se si las afirmaciones de estas personas y culturas son ciertas y fiables, pero debo admitir que algunos de sus aspectos me parecen increíbles.



“Un ser humano es una parte de la totalidad que llamamos Universo, una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sus sentimientos, como algo separado del resto; una forma de ilusión óptica de la conciencia. La ilusión es una forma de prisión que limita nuestros deseos personales y nuestra preocupación por unas pocas personas que están cerca de nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esa prisión, extendiendo nuestro círculo de compasión hasta abrazar la totalidad de las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza en la plenitud de su belleza.” –Albert Einstein



Bibliografía:

sábado, 7 de noviembre de 2015

El ser humano y los animales

¿Cuál es la diferencia entre los seres humanos y el resto de animales? Las personas siempre suelen buscar las cosas que nos diferencian de los animales  y pocas de ellas intentan encontrar lo que nos une, seguramente porque al centrarse en las diferencias se sienten únicas y especiales. Muchos consideran que los términos “humano” y “animal” son conceptos completamente distintos y creen que somos mejores y superiores. Pero, ¿por qué?  

En primer lugar, está demostrado que nuestra especie ha evolucionado de los monos y, según la biología, los seres humanos somos un animal más. Entonces, ¿qué nos diferencia del resto de los animales? Muchas personas sostienen que los animales actúan según sus instintos y que no tienen “alma”, simplemente actúan como maquinas programadas para realizar una sola función: sobrevivir. Pero, ¿significa esto que los animales son simples cuerpos materiales que no piensan, no sienten, no se comunican, etc.? Yo creo que esto no es cierto, los animales también piensan (puede que no sean tan inteligentes como los seres humanos, pero esto no les impide pensar), también se comunican (aunque no los entendamos y aunque no sean tan complejos como los nuestros, sí que tienen lenguajes) y, lo más importante, también sienten (sienten felicidad, tristeza, enfado, amor, curiosidad,…). Además, aunque aún no se haya demostrado al 100%, Marc Bekoff, un ecologista de la Universidad de Colorado, ha llegado a la conclusión, tras varios estudios, de que los animales también ríen, se enamoran, se disculpan, se traicionan (aunque no tan a menudo como los humanos), echan
de menos a sus compañeros muertos (aunque no entiendan la muerte como nosotros), etc. y, aunque parezca increíble, pueden diferenciar entre el bien y el mal y tienen códigos de conducta moral. Según Bekoff, “Los animales tienen un sentimiento moral y en ciertas situaciones saben lo que deberían hacer y lo que no. Fabrican herramientas, viven en sociedad, tienen normas, amigos preferidos, empatía… Es una simpleza decir que todo eso se debe al instinto.” 

Está claro que los seres humanos y los animales no somos iguales, hay muchas cosas que nos diferencian y que no he mencionado (debido a que quería centrarme en nuestras similitudes), pero ¿por qué hay gente que opina que los seres humanos somos mejores? ¿Por nuestra inteligencia? ¿Por nuestros conocimientos? Yo no creo que seamos mejores que los animales, es más, en mi opinión, hay ocasiones en la que los animales son mejores que los humanos y creo que nuestra especie debería aprender miles de cosas de ellos, aunque algunos crean que son seres inferiores. 



“Creo que los animales ven en el hombre a un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal” – Friedrich Wilhelm Nietzsche, filósofo alemán.






Os dejo aqui un link para que podais leer una entrevista que le hicieron a Marc Bekoff, ya que sus conclusiones me han parecido muy interesantes y, algunas de ellas, sorprendentes:



Tambien os recomiendo entrar en esta página web en la que aparecen varios ejemplos de todas las cosas que he mencionado en esta estrada:

domingo, 18 de octubre de 2015

Mitología Africana: La Creación

Todo el mundo conoce el mito de “Adán y Eva” y siempre se habla de la mitología griega, la romana, la nórdica,… pero pocos conocen la mitología africana y por ello os voy a hablar de ella ya que el hecho de ser poco conocida la hace, en mi opinión, más interesante.

En África existen poblados y tribus que llevan viviendo de la misma forma desde hace miles de años, poblados que aún creen en los mitos y la magia. ¿Cómo explican estos pueblos la creación del ser humano? Existen numerosos mitos que expliquen esto, pero yo voy a hablar del más extendido y conocido del continente africano.  

El mito nos habla de Mulukú, un ser superior, un dios, el cual creó el mundo y todo lo que contiene. Mulukú decidió crear una especie que pudiera disfrutar y cuidar del mundo que había creado y para ello excavó dos hoyos en el suelo: de uno salió el hombre y, del otro, la mujer, pero aun estaban incompletos ya que carecían del conocimiento y la sabiduría necesarios para sobrevivir sin la ayuda divina. Debido al amor que les tenía Mulukú y debido a que este dios era considerado además como el dios de la agricultura, les enseñó el arte de sembrar y cultivar para que los humanos pudieran ser independientes y alimentarse por sí solos. Les proporcionó, además, todas las herramientas necesarias y les dio semillas para que las plantasen y, por último, les dejó para que viviesen sus vidas. Pero no pasó mucho tiempo hasta que los humanos dejaron de seguir los consejos de Mulukú y abandonaron las tierras que él les había dado. El dios, ofendido y enfadado, depositó toda su confianza en los monos y les dio todo lo que les había dado a los humanos. Al ver que los monos lo utilizaban correctamente, les arrancó la cola y se la puso a los humanos y entonces les dijo a los monos: “sed humanos”, y a los humanos: “sed monos”.

Lo que más me ha sorprendido de este mito ha sido que, a diferencia de otros, trata a la mujer y al hombre como iguales: ambos han sido creados de la misma forma y ambos tienen los mismos defectos y cualidades. Además, tampoco habla de los animales como seres inferiores. A los animales Mulukú no les tenía tanto cariño como a los seres humanos pero, al final, acaba depositando en ellos su confianza ya que se da cuenta de que no tienen los defectos que tienen los humanos. Y es por esto por lo que, en mi opinión, la mitología africana tiene un encanto especial que la diferencia del resto.



Bibliografía: